El entorno es paradisíaco, rodeado de montañas, lo que ofrece vistas espectaculares. La habitación era amplia y estaba muy limpia, con camas cómodas que garantizan una buena noche de sueño. Además, la atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudarnos con recomendaciones sobre actividades en la zona.

Aunque todo fue excelente, notamos que no hay recepción disponible las 24 horas.

a Habitaciones limpias
b Atención excepcional
c Vistas espectaculares

a Falta de recepción 24h
b Ruidos en el pueblo
c Ducha difícil de controlar

Silencio y camas cómodas.

estancia agradable, pero con detalles por mejorar

El ambiente del lugar es muy tranquilo, lo cual propicia el descanso. Además, el personal ofrece un servicio realmente atento y está siempre dispuesto a ayudar. Las habitaciones están bien equipadas y son bastante cómodas.

No hay recepción 24 horas, lo que puede ser un inconveniente en algunas ocasiones.

excelente punto de partida para explorar la belleza local y actividades

Durante mi estancia, disfruté de la atención excepcional del personal, que nos recomendó los lugares más hermosos para visitar, y no puedo dejar de mencionar la cercanía al pintoresco embalse de Quentar, a solo 3.5 km, perfecto para una caminata matutina relajante.

Pasamos un tiempo increíble con amigos. El ambiente era muy acogedor y las recomendaciones para esquiar y hacer ciclismo fueron geniales. Disfrutamos mucho del Restaurante Aguas Blancas, no solo por la comida, sino también por la excelente atención del personal. Las instalaciones estaban limpias y bien mantenidas.

Sin embargo, tuvimos un problema con la ducha, ya que tenía una temperatura difícil de controlar, lo que hizo que las duchas fueran incómodas.

La habitación triple era amplia y limpia, y me encantó el desayuno con esas ricas tostadas. Definitivamente lo recomendaría para una escapada.

Una buena recomendación es explorar el embalse cercano. es perfecto para una caminata tranquila y disfrutar de la naturaleza.

La habitación era amplia y cómoda, aunque no había recepción 24h para pedir toallas.

La habitación era acogedora, con un colchón cómodo que garantizó un buen descanso. El desayuno era básico pero abundante y delicioso. La atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar y ofrecer recomendaciones sobre actividades en la zona. El restaurante Bar Los Ángeles servía comida casera impresionante y a precios muy razonables. La ubicación era tranquila, cerca de Sierra Nevada y Granada, perfecta para desconectar.

La ducha tenía una temperatura difícil de controlar, lo que hizo las duchas incómodas. Además, no hay recepción 24 horas, lo que puede ser un inconveniente para pedir toallas o resolver cualquier problema.

Un lugar tranquilo para desconectar

El hotel es super tranquilo y perfecto para descansar. Las camas son muy cómodas y el lugar estaba muy limpio. El desayuno estuvo buenísimo, con opciones caseras que disfrutamos mucho. Lo único que nos causó un poco de incomodidad fue que el aire acondicionado no enfriaba bien y en la habitación hacía un poco de calor.

Disfruté de la tranquilidad del lugar, perfecto para desconectar. La atención del personal fue excelente y siempre dispuestos a ayudar. Recomiendo visitar el cercano embalse para una caminata. Lo mejor fue la comida casera del restaurante, realmente sabrosa y a buen precio. Nunca pensé que lo más simple podría ser tan delicioso.

No hay recepción 24 horas, lo que puede ser un inconveniente a veces. El acceso fue algo complicado por el GPS, debería haber más información para los visitantes.

Un hotel encantador con un ambiente familiar, perfecto para desconectar. La habitación triple era cómoda y estaba impecable. Sin embargo, la falta de recepción 24 horas puede ser un inconveniente. no pudimos conseguir más toallas durante nuestra estancia. Además, el GPS nos llevó por un camino algo extraño para llegar, lo cual fue una aventura, pero sería útil que avisaran sobre eso a los viajeros.

El silencio y las camas cómodas me conquistaron. Las instalaciones están bien cuidadas. una joya escondida en el campo. ¡Y menuda sorpresa con las vistas, simplemente espectaculares!

Eso sí, un poco de ruido por los jóvenes que montan a caballo—no es una escena de película, sino la vida real.